Arquetipos de la Divinidad Femenina y La Triple Diosa


Arquetipos de la Divinidad Femenina y La Triple Diosa

Facetas que
sintetizan la esencia femenina, la riqueza vital y espiritual
cristalizada en la Diosa que hay en el interior de toda mujer.

 

LA DONCELLA: la mujer joven que aún debe formar su espíritu y carácter,

 

LA CREADORA Y DESTRUCTORA: la mujer fuerte que sabe llevar las riendas de su vida.

 

LA AMANTE Y SEDUCTORA: la feminidad en su aspecto más atrayente.

 

LA MADRE: en su misteriosa y poderosa facultad de dar vida.

 

LA SACERDOTISA Y HECHICERA: la parte sagrada de la existencia.


 

LA MUSA: la mujer capaz de inspirar la sensación artística

 

Los
mitos y honramientos a las diferentes Diosas son reflejos de creencias
de pueblos muy antiguos que valoraban, veneraban y, en algunos casos,
incluso temían diversos aspectos de la mujer.

 

La
mujer tiene poder y fuerza, poderes divinos como la milagrosa capacidad
de crear y dar vida, su intuición y sensibilidad, los misteriosos
ciclos de fertilidad asociados a la Luna, la conexión con la Magia de
la Madre Cósmica, son enigmas asociados a una profunda búsqueda
espiritual de la Divinidad Femenina que existe en todos los seres que
habitan en la Tierra, hombres y mujeres.

 

La
humanidad ha adorado siempre a diosas en toda su esencia porque como
parte de la Naturaleza, al igual que ella, el ser humano siente ciclos
contínuos en los cuales se renace una y otra vez: morimos con la
Luna Nueva, crecemos con el Cuarto Creciente, maduramos con la Luna
Llena y nos marchitamos con el Cuarto Menguante…para volver a morir
con la Luna Nueva
.

 

Todo
es un cambio cíclico, todo es un constante ritmo periódico, nuestro
cuerpo, nuestra evolución espiritual, nuestras emociones y
sentimientos, como parte de la Naturaleza misma se manifiesta de igual
modo, a través de los ciclos.

 

Es
por este motivo que, quizás, nos sentimos tan atraidos y tan cercanos a
la Triple Diosa Suprema que, al igual que las fases de la Luna,
simboliza las distintas etapas de la vida de una mujer.

 

La LUNA CRECIENTE simboliza a la DONCELLA, a la juventud.

 

LA LUNA LLENA simboliza a la MADRE, la fertilidad, por tanto, a la mujer fértil, portadora de hijos y/o ideas sagradas.

 

LA LUNA MENGUANTE simboliza a la ANCIANA o Arpía, es decir, a la mujer postmenopáusica, la Guardiana de la "sangre sabia", la receptora del poder de la creación en su interior.

 

LA LUNA NUEVA u oscura, simboliza a la BRUJA, es decir a la mujer sabia y experimentada, transmisora de las costumbres y tradiciones.

 

Estos
cuatro aspectos de la Luna/Diosa, y por asociación de los distintos
ciclos vitales de la mujer, son en sí mismos una Única Esencia de la
Divinidad Femenina, arquetipos contenidos en nuestras psiques como
muestra de los poderes y talentos de la mujer. Pero para poder
reconocer y hacer honor a esta simbología debemos integrar todas estas
cualidades a nuestras vidas: facultades creadoras y destructoras –
muerte y renacimiento -, necesarias para la evolución espiritual. La
búsqueda interior requiere aceptar nuestras virtudes y defectos,
la aceptación de nuestro Yo interno/externo y transmutarlo en LUZ Y
AMOR, para aceptar y amar todo lo que nos rodea.

 

Símbolo de la Triple Diosa Lunar

 

Wicca

En
Wicca "la Diosa" o "la Dama" es una de las deidades más importantes
junto con su consorte, el dios astado. Ella es descrita como una diosa
tribal del culto de las brujas, la cual parece inspirada en Aradia, la
hija mesiánica de Diana descripta en Aradia de Charles Leland. No se
consideraba que ella fuera omnipotente ni universal y se reconocía que
existía un "Poder superior", a pesar de que las brujas no se
preocupaban demasiado por este ser.

En muchas
manifestaciones Wicca, la Diosa, ha sido considerada como una deidad
universal, lo cual está de acuerdo con su descripción en la Carga de la
Diosa, un texto clave Wicca. En esta guisa, ella es la "Reina del
Cielo" en forma similar a Isis; ella también abarca y concibe toda la
vida en forma similar a Gaia. En forma similar a Isis y ciertas
concepciones clásicas tardías de Selene, ella es interpretada como la
suma de todas las otras diosas, las que representan sus diferentes
nombres y aspectos a través de las distintas culturas.

La
Diosa es muchas veces representada con un fuerte simbolismo lunar,
inspirado en distintas culturas y deidades tales como Diana, Hecate e
Isis, y muchas veces es representada como la tríada "Virgen", "Madre" y
"Vieja bruja" popularizada por Robert Graves, a pesar de que esta
concepción no se apoya en evidencia académica sólida y su inspiración
poética ha tenido una amplia acogida. Muchas representaciones de ella
toman elementos de diosas celtas.

Algunos wiccan creen que
hay demasiadas diosas y en algunas manifestaciones de Wicca,
particularmente Wicca Diana, sólo la diosa es venerada y el dios
prácticamente no juega ningún papel en la veneración y el ritual.

Las
diosas o semi-diosas aparecen en grupos de tres en una serie de
mitologías europeas paganas; por ejemplo, las griegas Erinyes (Furies)
y Moirae (Fates); las nórdicas Norns; Brighid y sus dos hermanas,
también llamadas Brighid, en mitologías Irlandesas o Keltoi.

Existe
una amplia variedad en la concepción precisa de estas figuras, tal como
ocurre típicamente en el neopaganismo y en las religiones paganas en
general. Algunos la interpretan como tres etapas en la vida de la
mujer, separadas por la menarca y la menopausia. Otros encuentran este
enfoque como demasiado rígido y basado en la ciencia y biología y
prefieren una interpretación más libre, en que la Vigen es el
nacimiento (independiente, consciente de sí misma, exploradora), la
Madre que da a luz (conectada con el mundo, acogedora y compasiva,
creativa) y la Vieja bruja es la muerte y renovación (holística,
remota, inescrutable) — las tres, eróticas y sabias.

En religiones derivadas del helenismo y posteriormente en religiones New Age
y Wicca, frecuentemente tres de las cuatro fases de la Luna (creciente,
llena y menguante) simbolizan los tres aspectos de la Triple Diosa. Se
las representa juntas como un símbolo que se compone de un círculo
entre la fase creciente y la menguante. Sin embargo, algunos,
encuentran a esta tríada incompleta y prefieren agregar un cuarto
aspecto. Esta sería la "Diosa Negra" o "Mujer sabia", sugerida en
cierta forma por la ausencia de la Luna Nueva u oscura en el simbolismo
indicado previamente, o podría ser una diosa erótica que representaria
una fase de la vida entre la Joven (Virgen) y Madre, o una Guerrera
entre la Madre y la Vieja bruja. Existe una contraparte masculina a
esto en el poema inglés "The Parliament of the Three Ages".

En la cultura popular moderna se ha
representado la Triple Diosa como Virgen, Madre y Vieja bruja, como por ejemplo en la obra de Neil Gaiman, The Sandman.



LA TRIPLE DIOSA
La
Diosa es el carácter femenino de la creación. Ella posee tres aspectos:
la Doncella, la Madre y la Anciana, que simbolizan las Lunas Creciente,
Llena y Menguante. Ella es en un tiempo el campo no arado, la plena
cosecha y la Tierra duramente cubierta de nieve.



Esta
imagen muestra a la Triple Diosa representada en sus 3 estados a imagen
de la Luna, donde la primera Luna es Cuarto Creciente, la segunda es
Luna Llena y la tercera Cuarto Menguante. Por tanto, cada uno de estos
aspectos de la Diosa tiene sus características particulares:

LA DONCELLA

Es
el aspecto más joven de la Diosa, tiene las cualidades de una doncella,
tal y como es nombrada. Es joven, es delicada, es tierna, amable,
curiosa, ingenua, seductora y enamoradiza. Representa la niñez y
juventud del ser humano. La Doncella es la primavera, los colores
suaves e inocentes como el blanco o el rosa. La doncella es la Luna
Creciente. Es invocada para la juventud, la belleza y el romance.

LA MADRE

Es
el aspecto maduro de la Diosa. Por ser la Madre, se comporta como tal,
es maternal y protectora. La Madre es la fertilidad, la madurez, la
justicia ciega, la proteccion y la alimentacion del niño. Representa la
madurez del ser humano. La Madre es la Mujer es su más alta expresion,
es el Verano y el principio del Otoño, es tambien, los colores cálidos
como el verde, el cobrizo, el rojo y el azul. La Madre es la Luna
Llena. Es invocada para la protección, la fertilidad y las relaciones
duraderas.

LA ANCIANA

Es
el aspecto anciano de la Diosa. Es la Diosa que más experiencia tiene,
por tanto es sabia y nos guía por el buen camino. Representa la vejez
del ser humano. Es la protectora por demás. Ella es la cercanía a la
muerte, los colores negro, gris, morado y azul oscuro, ella es el final
del Otoño y el Invierno, ella es la Luna Menguante y moribunda. Es
invocada para la sabiduría, la ancianidad y la muerte.

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